Recuerdo bien que a mi padre no le gustaba cierto vocabulario utilizado en mis escritos, le parecía brusco y atrevido, y lo es. Pero, creo que ni él, ni yo, entendíamos en aquel entonces, que el diálogo interno que entablamos en las letras, aunque a veces parece estar intrínsecamente relacionado con la manera en la que actuamos o procedemos, no lo está.
Elías y yo hemos escrito mucho últimamente. Elías es un amigo que me ha enseñado en poco tiempo a aceptar ciertos rasgos de mi personalidad como escritora. En la poesía me he dado cuenta de que quizás son las letras una dimensión aledaña a la realidad, pero no son meramente ésta.
Al haber escrito estos párrafos me siento más metafísica que tosca… Pero, sólo quería aclarar, no tomemos por literal cada frase de un escritor. Hay que saber interpretar, y saber que la interpretación será siempre subjetiva, y que en ella cada quien forja una nueva realidad “quizás con retales del pensamiento de alguien más, que también lo ha sido de alguien más”.
Digamos que el proceso de catarsis puede estar implícito cuando escribimos y nos ayuda a sacar algo que nos pesa mucho, y ello puede salir “tosco” o puede salir “dulce”, pero sea como sea que logre escapar, “es necesario” para existir “respirando” y no respirar sin existir.
P.D. Ayer no publiqué porque mi dispositivo no me permitía «pegar».
Con Amor,
Amparo Cribas
Saludos hasta Guatemala, Colombia y EE.UU.