Me cansé de esperar un día más,
de ser prudente con mis sueños,
de ver cómo todos criticaban y solo, uno, creaba.
Así que tomé el viejo reloj lo quebré
y cree uno nuevo de palabras y acción;
con agujas de desplazamientos inexorables trazando actividades,
no más números como las horas.
Ahora era yo; orando, corriendo, cayéndome, levantándome, viendo a los lados…
Me cansé de ver cómo el mundo se destruía y nadie edificaba. Así que me fui.
Porque me cansé accioné,
y porque accioné me libré de todo eso tan maligno…
Ahora soy quien soy, mi héroe por decisión.
No me malentiendan, soy una más,
pero bien que me atrevo a decir que una con una grieta en el cuerpo,
que por dolor a ver cómo la monotonía y la falsedad arruinan este mundo se tiene que mover,
esa grieta busca y encuentra calma en moverse y tomar del mundo lo bueno que aún existe.
Me esfuerzo por depurar y filtrar toda la suciedad que abunda.
No me malinterpreten no cambio masas,
ni siquiera soy yo la que cambia a una sola persona,
Él, quien cambia, se llama Dios.
Conozcanlo, es el único que no te pone vendas en los ojos y mente.
Se cansó de ver mi cansancio,
de ver mis luces ya oscurecer
y las encendió con vigor interminable.
Veo ahora como siquiera uno o una han cambiado por lo que vieron en mí
no fui yo ya lo sé.
Pero ahora te invito a cansarte también.
Con un suspiro de confianza y felicidad,
Amparo Cribas.