¿Se nos ha olvidado soñar, verdad, Belinda?

¿Se nos ha olvidado soñar, verdad, Belinda?

 

Cuando pretendías convertirte la mejor en lo que haces parecía que cada mañana era un lienzo blanco y mágico. Ahora, suelo ver tus sueños destruidos por el raído ánimo que la vida te ha obligado a tener. 

Pero, Belinda, ya es suficiente el descanso que te has tenido. Has logrado mucho desde aquel momento hasta éste y ahora tienes muchas más herramientas para ser feliz haciendo lo que sea que quieras hacer. No dejes que el dolor se prive de transformarse en amor. Recuerda bien que lo mejor que puedes hacer con él es darle la libertad de volar y girar, y que se haga feliz. 

Sainia, me he comprometido con el bienestar de los demás. No tengo tiempo ya para ser lo que algún día quise ser y mucho menos de ser quien realmente soy. 

Belinda, mi hermana por elección, mi pequeña princesa, tú no has muerto, y el mundo quiere conocerte, los rostros sin dirección necesitan un horizonte hacia el cual mirar, todos necesitamos un alma apasionada como la tuya en algún lugar como el nuestro.

Sainia, la nostalgia me escarnece.

Belinda, la nostalgia es un diamante que en amor puedes pulir y la tristeza un ancla de serenidad que te conduce siempre hacia la verdad. El resultado es felicidad plena. 

Sainia, tu consuelo es idónea compañía, regresaré. Y, conmigo no te rindas, necesito que creas en mí ahora que yo no puedo hacerlo. 

A ti, que te has olvidado,

Amparo Cribas.