Ser ateo no es sinónimo de «Oportunidad para Evangelizar»

Cuando era pequeña, alrededor de 11 o 12 años, admiraba y aún lo hago, a uno de mis tíos, él no cree en Dios e incluso, cuando puede, hace chistes profanos. Todo este caso me parecía extraño, porque realmente era el único en mi familia… Crecí con preguntas, los típicos ¿Por qué? Él debe estar mal… Pero según fui creciendo, eventos diversos me hicieron hacerme cada vez menos esos signos de interrogación. Mi relato lo comparto aquí.

A mis 14 años, hubo una maestra que cambió mi vida, me obligaba a leer libros para aprobar mis clases, y eran cristianos. La verdad, no sentía nada de aversión al respecto, aunque «no tuviese opción», yo amo leer. Ese alimento literario que era cada vez más asiduo hizo que mi espiritualidad y teísmo crecieran, aunque mi religiosidad fuese una extraña mezcla de protestantismo evangélico y catolicismo. Mis ideales cristianos se arraigaron tanto que ahora eran algo crucial para mi vida moral; eso me evitó muchos problemas en mi adolescencia.

En una ocasión, recuerdo estar viendo un programa de televisión local, en el cual entrevistaban a un ateo, acerca de todas sus teorías y razones por las cuales no creer en Él. En el transcurso de la transmisión, dieron oportunidad, para que los «cristianos» llamaran y participaran. Mi rostro se llenó de vergüenza cuando escuché: «Ese hijo de la gran p… se va a ir al infierno, por no creer en Dios» «Es un semejante estúpido»… las opiniones seguían y no hubo ningún comentario digno. Esa noche me tomé el atrevimiento de contactarme con ese Señor, y decirle que eran fanáticos, y que lamentaba mucho que gente que decía creer en YHVH, fuese así.

Me di cuenta de una cruda realidad, el cristiano, tergiversa el evangelio, escuchan la homilía y también la prédica como una verdad absoluta. Me gustaría que mis hermanos fuesen más inquisitivos, que estudiaran la Biblia, y que no creyesen que una sola interpretación es la correcta. Hay que desarrollar criterio, porque de lo contrario, podría haber una confusión entre quién es el cristiano aquí… A veces, les basta con escuchar que alguien es ateo para verlo con lástima y empezar a predicarle, cuando en realidad, no se puede creer uno tan importante como para cambiar las ideologías de alguien en un segundo.

Quiero concluir, con ésto: «que alguien no crea en Dios no interfiere con que tú lo hagas». Tienes que estar seguro de tus creencias y no buscar formas de respaldarlo frecuentemente, cuando el Señor, ya conoce cuánto le amas. Los ateos no tienen por qué ser excluidos tampoco de nuestra cartera de amistades. El mejor testimonio de fe que puedes ofrendar es «EL AMOR», sin distinción alguna. En la universidad he experimentado conocer a un ateo, que se ha convertido en un verdadero amigo, y ha hecho cosas por mí, que ni las personas a quienes más expectativas les he guardado, han superado.

No todo es blanco y negro, también hay gris.

Te quiero mucho,

Luis Fernando Garay.

Miedo a los Maestros

Miedo a los Maestros - Neyba Cerén

Aún no sé cómo titular este artículo, iré esclareciendo mis ideas paulatinamente y algo se me ocurrirá. Quiero desmantelar un problema que está llevando a condiciones deplorables el potencial creativo que puede surgir en los salones de clases. Es el miedo a los maestros. Este inconveniente es común pero no puede, ni debe, seguirse propagando ¿saben por qué? Es sencillo. El aprendizaje se limita.

Las participaciones de la audiencia brindan la retroalimentación idónea a los catedráticos para que se innove y  se mejore lo transmitido. Sin ellas, lo aburrido viene en camino.

La verdad, tomará mucho tiempo ser detallada con esta nota, pero necesito hacerlo, porque estoy cansada de presenciar auto-humillaciones.  Con esto me refiero a que antes de hablar, mis compañeros ya se sienten abochornados.

Debe ya quitarse esta idea de que el alumno es inferior. Tampoco es superior, es sencillamente, merecedor de respeto; ambos personajes lo son.

Argumenta sin culpa. A algunos estudiantes les parece que argumentar es un pecado, les aseguro algo: no lo es. Claro… no pretendo motivarles a ser malcriados. Ni que traten de impresionar, o llamar la atención. De forma modesta, se puede pedir una explicación si algún dato no es transparente o exponer por qué se considera que esa respuesta es incierta, y por supuesto, todo será mejor si contamos con evidencia de fuentes fidedignas para respaldar nuestro litigio.

El bocho, ya viene, pero tu dignidad se sostiene. Con esta frase me refiero a que muchas de las personas que imparten la clase no tendrán tacto. Take it for granted, honey. Muchos de ellos, serán pobremente subjetivos, y en lugar de aclarar tus dudas buscarán hacerte ver como un tonto. Pero debes considerar dos puntos, uno, eso dice mucho de su poca educación interpersonal, dos, no eres tal cosa, y las personas que respeten, no te verán como uno. En el peor de los casos, aunque nadie buscase apoyarte, debe bastarte saber quién eres por ti mismo, es decir, no buscar la aprobación de nadie, ya que la dignidad es inherente al ser humano.

Las represalias son un riesgo que hay que tomar.  El consejo más valioso que gracias a mi tío Hernán tengo, es: hablando se entiende. Uno no tiene por qué ser prepotente. Las represalias generalmente vienen cuando una persona se enfrenta a los maestros de forma grosera y tratando de hacerlo quedar como un estúpido. Todos nos equivocamos. Algunos son más competentes que otros, pero todos tienen un valor que no se debe pisotear.

Se piensa en muchas ocasiones que quedar como idiotas es un suicidio reputacional. No lo es. Al contrario, el daño radica en quedarse callados. En mi artículo: La Opinión no es una Serie de Requisitos hablo mucho tocante a mi inconformidad en algo similar.

En fin, queridos compañeros, mi intención no es criticarles por tener miedo, ya que las circunstancias no propician un escenario diferente. En realidad, es que se den cuenta que quedarse callados es un grave problema, ustedes se van carcomiendo por dentro y no se dan cuenta de cuán capaces, inteligentes y astutos son. Necesitamos su valentía; su opinión.

Con mi corazón colgando,

y cansada de ver injusticias aún en los sitios de educación,

Amparo Cribas.

La historia detrás de la ilustración:

En mi trabajo como blog, muchas veces hago colaboraciones, en esta ocasión fue con mi buena colega, Neyba Cerén, ella siempre logra sorprendernos con su arte, es auténtico, apasionado y real.

Tomado de nuestra conversación:

Yo quería dibujar una manzana podrida, pero al final decidí que no, porque ésta no necesariamente representa una mala docencia. Entonces, decidí, mejor colocar al profesor armado. Alguien que señala, alguien que te grita, y te mata a veces hasta los sueños. Hace mucho, un estudiante de literatura me dijo que sus educadores son muy groseros al punto de decirle a sus pupilos que jamás serían buenos escribiendo. Y que feo decirle eso a un alumno, que sueña.

Pueden dejar su comentario, o escribirme a mi correo: nykollcribasc@gmail.com para  manifestar sus posturas al respecto. Con gusto les atenderé.

Da tu asiento y ayuda con su mochila

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Se encontraban tres filas de hombres sentados, entra una mujer cargando a su bebé, pasan tres minutos y ninguno se levanta. Le hago una seña y le doy el asiento.

Es increíble como ya no hay modales ni cortesía. Este mensaje no tiene por qué ser extenso, sencillamente, lo escribo porque debemos como buenos ciudadanos e incluso cristianos ayudarnos mutuamente cuando vamos en el transporte público. Quienes son hondureños entienden, a la perfección. Con gestos como ayudarle a a alguien con sus bolsas o con su mochila hacemos más que suficiente.

Pero hay más, puedes comprarle chocolates o galletas a quien va vendiendo, he visto gente de veinte años haciendo su mayor esfuerzo por llevar el pan de cada día. Y si piensas que no vas a consumir el producto, solo págalo y dile que lo venda. Son diez lempiras o veinte, que están dentro de tu presupuesto y equivalen al costo de una bebida que podrías ahorrarte al agua comprar.

También cuando hay ancianos hay que inmediatamente brindarles un lugar. Cualquier fractura que reciban a su edad les puede causar un daño a gran magnitud y la recuperación será muy dolorosa, contribuyamos a evitar uno de esos accidentes.

Puedes también ayudar a decirle a alguien que se siente cuando se desocupe un puesto, ya que a veces las personas van distraídas y quedan paradas por un largo tiempo solo por no estar pendientes.

¿De qué otras maneras podemos ayudar a nuestra comunidad en el transporte público? Espero tu opinión en los comentarios o tu testimonio, si eres de algún otro país. Si eres tímido puedes escribir directamente a mi correo:

nykollcribasc@gmail.com

  Con amor,

Amparo Cribas.

La Opinión no es una Serie de Requisitos

Como cualquier estudiante tengo mis críticas hacia ciertas posturas por parte de los educadores, y puesto que todos hemos sido alumnos , tomo un espacio en mi blog para exponer una de esas inconformidades: la actitud absolutista de algunos maestros.

Cuando cursaba la clase de Filosofía, recuerdo que el licenciado nos dijo que esa era nuestra opinión y por lo tanto no había respuesta correcta. Ésto es verídico, ya que la opinión es el punto de vista de una persona, es una perspectiva totalmente subjetiva. Entonces, quiero dejar clara la diferencia entre opinión y una serie de requisitos que complacen la opinión de un docente.

En la mayoría de nuestras clases está alguna asignación de este tipo. Pero, en muchas ocasiones en el salón de clases nos encontramos con un: «ésto no es lo que esperaba», por supuesto que te lo hacen saber de distintas forma…los docentes pueden sencillamente pasar de una opinión a otra sin comentarla o sencillamente al término de unas dos, demostrar su insatisfacción con un largo discurso de lo que a su parecer significa el tema asignado.

Es aquí cuando tanto por el bien del alumno como el del maestro considero como solución viable que si lo que en realidad se quiere son discípulos de una escuela entonces se proclamen los requisitos. Por ejemplo, si quiero que mis alumnos estén a favor de la homosexualidad, entonces en lugar de pedir opinión, se pidan las ventajas del asunto. Es así de simple.

¿Qué ocurre si el maestro con actitud arbitraria sigue solicitando «opiniones» que apoyen la suya? Se decepcionará al escuchar todo lo que difiera con su burbuja de ideologías y como resultado de tal estado puede mostrarse molesto, aplastando así, cruelmente, la diversidad de ideas, la creatividad de la individualidad de cada ser.

No con ésto digo que asuntos que son evidentemente buenos o malos deban dejar de discutirse , al contrario, invito a que de manera amena se pongan sobre la mesa y se argumenten pero que jamás se desechen al basurero del silencio por causa de nefastos prejuicios que ponen en duda la razón de ser de un profesor.

Con ánimos de respetar la libre expresión desde la formación de profesionales,

Amparo Cribas.

¡Me gustaría conocer tu opinión al respecto! Espero tu comentario o mensaje a mi correo: am.ny.cribas@gmail.com