Septiembre con Ustedes

Me comprometí a escribir acerca de distintas propuestas de mis lectores. Mi opinión es una más, pero si hay algo en ella que le ayude, bienvenida sea a su vida.

Lo Privilegiados que Somos

Una de mis amigas pidió que escriba al respecto. Realmente, muchas veces me siento mal porque tengo que sobrellevar muchas situaciones sola, y aún más ahora que mi papá se ha ido. Pero, creo que a veces al comparar nuestras experiencias con las de otras personas nos damos cuenta de que para nadie es fácil. Todos cargamos algo y algunos soportan más. 

Siento que específicamente en nuestro país y comunidades podemos observar cómo se necesita. Así que realmente con las comodidades que disponemos podemos salir adelante, ayudar a otros y ser agradecidos porque somos privilegiados. 

Mi mensaje no es un atavío, quiero hacerlo simple. Aunque tengamos muchos problemas y a veces incluso estemos desahuciados, tenemos una obligación de hacer de nuestras vidas algo significativo. Para que puedas funcionar óptimamente sucede mucho ahí dentro, en tu organismo, y hay personas que no podrán disfrutar de ello. 

Así que dar nuestro mejor esfuerzo en todo, o siquiera intentarlo (en caso de que alguna psicopatología o enfermedad de otra índole nos lo impida), es la valentía que debemos “forjar”,“construir”. 

Así como somos tan osados para ser unos malcriados, también debemos canalizar esa furia en nuestras ganas de vivir, porque si no creemos en los milagros, basta con verte en el espejo.  

No tener auto-compasión, no es una opción, porque a veces solo nosotros mismos sabremos lo que sufrimos, pero… “hay que tener rigor” para salir adelante. Aceptemos que si no nos forzamos, algunas metas jamás serían logradas. La disciplina es saber que aunque nos cueste y no queramos hacer algunas cosas, más va a costar jamás ver resultados y vernos hundidos en un anhelo eterno que no se satisface. 

Con Amor, Amparo Cribas 

Olvidé.

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Todos olvidamos quienes somos. A veces anhelando lo que no deseamos, sin saberlo, pero pensándolo. No me di cuenta en quien me convertía o ¿debo ser precisa? Y añadir que en realidad dejaba de ser quien soy. La duda o las ganas de triunfar…existen muchos dilemas que quiero no volver a recorrer. ¡Cómo sea! Tomaré tregua y me detendré en mi intento por tomarlo todo simultáneamente. Me he enfermado en el camino. Quizás, este no sea el párrafo mas coherente que haya escrito en mi vida y probablemente, no tenga sentido el tratar de agrupar las desordenadas oraciones. En el sendero de alcanzar lo que quería, logré renunciar a lo que amaba y es por ello que mientras tenga que continuar en caos lo haré, porque es evidente que la calidad está llena de métodos y pasos a seguir, pero la realidad no es así.

Todo lo que escribo está sujeto a críticas, háganlas, pero mi trabajo no se publica con la intención de que me conozcan, soy un camino mucho más intrincado.

Mi esencia no cambia,

pero lo que pienso, sí.

Hoy vuelvo a Soñar

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Después del amargo evento de la partida de mi padre, la nostalgia es lo único que irrumpe, junto con la tristeza inevitable y los recuerdos que parecen atraer sufrimiento eterno. Pero, por mi papá, vuelvo a soñar. Si a alguien le debo, estar persiguiendo lo que más amo es a él. Hombre que dio su vida por su hija, y a quien le entregó millones de segundos sin esperar nada a cambio. Mi papito lindo solía decir que cuando un hijo nace, las prioridades son otras, las prioridades son ellos. ¡Qué bonito es saber que no solamente lo decía también así lo hacía!

Recuerdo a mis doce años, me obligó a leer mi primer libro, La Vaca del Dr. Camilo Cruz, y a continuación mi vida cambiaría para sumergirme en la perseverancia por la excelencia y en el bello viaje de las letras. Después mi padre lindo se arrepintió de haberme introducido en este arte, pues aquella niña que entraba a la adolescencia no podía hacer mas que terminar un texto e ir por otro. Fueron los libros mi refugio ante muchas situaciones, y escoger la autoayuda la idónea asistencia para desarrollar la resiliencia que claramente me permite vivir mi ahora.

Hoy vuelvo a soñar,

para vivir,

para cantar,

para no mi vida desperdiciar.

Hoy el dolor se transforma en luz,

vuelvo a leer,

a creer,

a luchar junto a Dios.

Hoy vuelvo a soñar

y si algún día no se vuelven a abrir mis párpados espero haber soñado lo suficiente.

Con amor que no se acaba en el alma,

Amparo Cribas.