Cuando tuve dieciocho, establecí una relación formal con una persona de la cual aprendí mucho y quien influyó en mí positivamente. Recuerdo en una de nuestras conversaciones haberle comentado mi miedo por algún día ser mamá. Me preguntó el por qué, y le dije que a veces los hijos sufren mucho y sus padres ni siquiera se dan cuenta, que temía arruinar la vida de una criatura. Su voz me tranquilizó diciendo que sería en un futuro una gran madre; muy cariñosa y abnegada. Quizás, pueda ser esa una de las razones por las cuales ahora sí quiero tener hijos, pero hay más.
En una ocasión, pensé, en lo mucho que padece un ser humano, en lo tanto que tiene que afrontar, el esfuerzo que a diario debe brindar, todo lo que tiene que sacrificar para triunfar, o para siquiera sobrevivir. Me di cuenta con ello que la existencia no tiene sentido sin la familia. ¿De que sirve tanto sacrificio si al final no puedes pasarle los frutos a alguien más? Fue en ese momento cuando me convencí de que cuando Dios provea el momento idóneo podré establecer una familia, sin miedo y con ganas de amarla con todo mi corazón.
Hoy fue un día gracioso, no quería acompañar a mi mamá a la celebración de su día en la escuela que estudia mi hermana. ¡Me dolían los glúteos, hombre! De estar metiendo el embrague. Es que aprendo a manejar. Así que quise esta tarde descansar. No obstante tuve mi siesta que cesar. (La rima fue intencional xD.) Bien, continúo. Nos fuimos, con una tía política y su hija es una bebé; mi primita; y es colocha como yo. Me puse a cuidarla en el evento de la escuela, y le simpaticé mucho. Así que la cuidé como por tres horas y todo estuvo excelentemente bien. En esa experiencia, me visualicé en un futuro siendo mamá, y realmente que te hace feliz. Algo a añadir es: que cuando mi hermana nació, yo tenia doce años, aprendí desde curar un ombligo hasta cambiar pañales, dormir a un bebé, hacerle pepes, comida; de todo. Así que me sé bien el proceso.
Y por esas razones, tendré hijos, claro, si Dios lo permite.
¡Feliz día, mamás y futuras mamás!
Amparo Cribas Cruz 