A mis amigas…

A mis amigas las letras…

Quisiera abandonarlas pero no puedo,

evadirlas pero casi imposible es.

 

A mis amigas las letras a veces las quiero dejar descansar bajo la almohada,

pero parece que aun en ella buscan bella posada, para renacer en cada amanecer.

A mis amigas las letras, las únicas que no me abandonan, las únicas que buscan desesperadamente explicar todo lo que pueda yo en mi suscitar…

Cuando todo parece tan incierto,

cuando el destino se exhibe tan lejos,

lo unico que puedo hacer para dejar de pensar es escribir.

Saciar la incertidumbre con letras y mas letras,

saciar el dolor que sea como sea me acompaña….

Son mis amigas las que me dicen que todo estará bien

y cuando ya mas no pueden salir, comprendo….

que la fiesta ha acabado,

que todo estará bien

y que solo debo continuar.

La Hormiga Perdida

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Debajo de la hoja seca la hormiga se quedó, al aquel pedazo del árbol caer. Le pareció que su final estaba aproximándose. Pero lo único que tenía era miedo, miedo de continuar porque podía sobrevivir y miedo de quedarse ahí porque podría morir. Ninguna de las dos opciones era racional bajo ningún criterio en sus cinco sentidos. Mientras buscaba respuesta en aquella plena oscuridad no se daba cuenta de que afuera aun brillaba el intenso sol. Fuera de aquella concavidad todo seguía igual hasta que Gregor, un amigo de Naíva se dio cuenta de que su amiga no aparecía por ninguna parte. Fue de camino en camino inquiriendo si veían a Naíva, pero nadie había percatado ausencia alguna.

El viento hizo lo suyo, soploo y lo que parecía tan regular en realidad permitió que Naíva volviese a ver la luz. Gregor de casualidad se acerco

  • ¿Hormiguita tonta, como pudiste alejarte tanto?     Pensé que no me necesitaban.
  • ¿Eso realmente importa? No seas cobarde, eres una linda hormiga, amiga linda, y cada una de nosotras tiene un sueño que cumplir, pero no seas mas ingenua de lo normal. Llevara tiempo y una serie de muchísimos pasos que parecen no llevarte a ningún lugar pero que invisiblemente están construyendo carreteras enormes hacia la ciudad de tus sueños.

¿Hormiguitas? Sutileza la mía para decir que a veces nos escondemos bajo puentes irreales, y nos destruimos una y otra vez cuando realmente nadie lo merece. Nos parece que debemos ser la ultima maravilla para merecer, pero no es así. Semejantes embaucadores los que acostumbramos ser, y lo peor que nos arruinamos nuestro presente, sin considerar que cada día dañado nos aleja de llegar hacia donde de verdad queremos.

Este texto va sin editar, sus ojos pueden redundancia presenciar. Hoy no escribo porque quiero presentar calidad, hoy escribo para darles un poco de realidad y alentarlos a que continúen.