Machote 35 – «Para los amantes» lo que de Helen aprendí…

El semáforo estaba en rojo, ella a mi lado hablando del gran José, yo escuchándole un poco y tarareando «We didn’t start the fire». La vi y no pude morder mi lengua «¿Cómo puedes ser tan romántica?». Yo me esperaba una respuesta plenamente diferente. Créanme, me sorprendió al decirme:

«Realmente disfruto mucho amar, y aquellos a quienes he amado pueden dar fe de ello. Sin embargo, el amor sin una pizca de razonamiento y dominio propio, puede instituirse como una vil puñalada, que atraviesa el alma. Esa no es la intención. Eso ya no es amor.» 

Iba a interrumpirla cuando el DJ cambió la pista y ella dijo: «esa canción, la amo, Amparo, y no me estás pidiendo un consejo pero como sé que te gusta muchísimo la música, voy a correr el riesgo».

Ya tenía lista la miosina y actina de mi boca cuando…

NUNCA DEDIQUES TUS CANCIONES FAVORITAS A TU NOVIO. Busca otras bonitas y las dedicas, pero no tus favoritas. 

Helen

Esta vez alcancé a decirle: «Warum? (¿Por qué? en alemán)».

«Porque te entrará el deseo impetuoso de escucharlas cuando todo termine, y te depositará ácido en tus entrañas. Te encontrarás en confusión. Ya no sabrás si te gusta o no.» 

Emocionada y confirmando le dije: «Oíme, tenés toda la razón: recuerdo que una de mis canciones favoritas, Shut up and dance with me de Walk the Moon, se la dediqué a un novio. Cuando todo terminó me costó muchos años volver a escucharla sin que algo doliese». 

AND I KNOW, 
I DO KNOW,
WE ARE ALL DIFFERENT.
Sé, 
lo sé, 

Todos somos diferentes
Pero ¿Y si somos iguales, vos y yo?
Pues, tal vez apliques este mini hearty tip. 

Todos tenemos algo qué aprender y algo qué enseñar, espero a algunos les sirva el consejo de Helen. Si no es así, sólo ignórenlo.

Con amor,
Amparo Cribas. 

LOVE YOU, GUYS…

Amparoooar. 

Machote episodio 30 – Coexistencia de buenos y malos eventos.

Eso de que los buenos y malos eventos deben coexistir para que cada uno adquiera su debida relevancia, me pareció por mucho, una frase que la gente se había repetido hasta hacerla popularmente aceptada. Sin embargo… otro adagio dice, nunca lo crees hasta que te pasa. Así que, ya se imaginan qué sigue, sí un relato de cómo lo viví…

Esta Semana Santa fue horrible para mí, no esperaba que lo fuese, pues, por primera vez, tenía la oportunidad de predicar en la iglesia, y estaba muy emocionada al respecto. Mi piel empezó a sufrir prurito, lo que coloquialmente llamamos: comezón. Como ésto normalmente sucede por cualquier cosa, no le tomé la debida importancia, hasta que su intensidad aumentó a tal grado de no poder trabajar, y las lesiones rojas en mi piel pasaron de ocupar mi cuello a esparcirse por el resto de mi cuerpo. 

La molestia fue tanto que mi hermana menor tomó la decisión de que yo fuese “hoy u hoy” al doctor. El médico general me diagnosticó con escabiosis, lo que se conoce como, sarna humana. Me sentí muy mal al respecto y a pesar de que cualquiera puede adquirirla independientemente de las diferencias en los hábitos de higiene… me sentí avergonzada. 

El malestar ya no solo fue físico, sino mental. 

Estuve con tratamiento por una semana y nada mejoró. El lunes fui a la dermatóloga, me aclaró que fui mal diagnosticada y me trató por lo que realmente es. Esa misma noche desapareció todo el malestar y después de ello pude “respirar”. 

Hoy, por la noche, me sentía un poco molesta porque me quedé dormida mientras veía el final de la película favorita de Megan y mía, Pixeles. La razón es que, no había terminado con mis pendientes, y ya era muy tarde: no me había cepillado, tenía que programar una entrada para que se publique a media noche, y no había cumplido la cuota de lectura de hoy. 

No sabía si levantarme o no de la cama, pero mi mente no me dejaba en paz así que lo hice, me levanté y fui a cepillarme. Mientras lo hacía, pensé… ¡Realmente ésto es vida! ¡Qué sería sin sentir la espina de estas engorrosas tareas! ¡Qué sería sin sentir el compromiso de cumplir con mis deudas! Ésto es vida señores y señoras, porque esa semana enferma con esa vil alergia, no me permitía hacer mucho más que sentirme miserable, y ahora puedo volver a hacer tanto aquello que me gusta como lo que no, y lo aprecio, realmente lo aprecio.

Suena: The Big Moon, una nueva banda de indie, que he integrado a mi lista de escucha y que es sólo de mujeres. 

El simple hecho de pensar que me puedo mover, y que puedo escribir, leer y escuchar música, mientras siento placer, es maravilloso. ¡Gracias Dios! 

Con amor,

Amparo Cribas.

P.D. ¡Quién diría que después de esa alergia se vino algo peor!

Machote episodio 29 – Vacilando

No he terminado de escribir el machote 27 porque estoy buscando las normas APA adecuadas para poder citar esa parte del libro. Creo que debería ir a Word en lugar de buscarlas en Google. Creo que sería más rápido, pero por alguna razón, “curiosidad” , vacilo en hacer lo seguro. 

No encontré nada productivo por internet. Tampoco busqué mucho. Al final terminé insertando manualmente todos los datos en los campos requeridos en administración de fuentes a través de Word. Ya la tengo.

¿Alguien más a veces se decide ir por otra ruta, sólo porque tienen curiosidad?

Love,

Amparo.

Machote episodio 28 – Lluvia

¡Cómo detesto la lluvia! No es porque sea tan engorrosa, sino porque en mi casa no hay cielo falso. Eso implica que el sonido es inevitablemente asqueroso. Mi abdomen se contrae en señal de repulsión y mi cara no tiene más remedio que hacerse un limón. 

Aunque no soy lo suficientemente estúpida como para negar todas sus ventajas y la bendición que acaece cada vez que nos visita… no me gusta. La ropa no se seca (no tengo secadora). El suelo está húmedo, y mis zapatos se ensucian. Hay más insectos. 

Pero, quizás permite que el sueño sea profundo y ahora que lo pienso, que el calor cese. Ya que hoy también me quejaba del horrible calor que hacía.

¿Querida lluvia, podrías irte? ¡Querida lluvia, no me agradas! Hermosa lluvia, cae rápido y vete. No te amo, tampoco siempre te quiero, pero sobre todo “no me gustas”. 

Maldita lluvia, sigue sonando. 

La detesto.

El exabrupto hubo terminado después de todo eso yo haber escrito. Jajajaja. Un cuerpo humano con un teclado a la mano y una mente de escritor puede capturar emociones en forma de letras, que huelen a honestidad pura, ese anterior es el resultado. Después de que se me pasó la cólera, entendí que lo que más me disgusta de ella es el sonido, y que son las circunstancias específicas que poseo las que moldean mi enfado.

¿Y a ustedes

les gusta la lluvia?

P.D. Aquí les dejo la única lluvia que me gusta, me encanta:

Machote episodio 25 – Take it to the Next Level before you are able to.

Se me vino un breve recuerdo… Cuando era pequeña, mis padres me regalaban algo al final de cada bimestre escolar por mis buenas notas. Recuerdo y no sé de qué manera se nos vino a los tres la idea de tener mi propia computadora, creo que estaba en quinto grado cuando eso sucedió. 

Recuerdo que la quería tanto para ser escritora, pero no recuerdo haber escrito mucho una vez teniéndola. Sí lo hice unos dos años después y no necesité de una, es más, lo hacía todo en un cuaderno. 

Lección, necesitas la fuerza de voluntad, las ganas de soñar, no para ganar nada, sino para disfrutarlo todo. Esa llama que te calienta el alma es la que te permite, llevarlo a otro nivel antes de que puedas.

Canción sonando: As of Late de Jeff Arata. 

Me gustaría saber qué plan quieren llevar a otro nivel antes de que «sean capaces».

¡Vamos con todo!

El Show debe Continuar

Y Finn dijo ¿Cómo es que dice la frase? Ah, sí, El Show debe Continuar. Al ver este capítulo de Glee, recordé un par de momentos cuando yo era bailarina de Ballet. Mi maestra, Odily, siempre nos recordaba que se nos podía deshacer el moño o salir volando una zapatilla, eso no importaba, incluso al caerse te debías levantar. Esa lección me servía en y fuera de un escenario pero parece que con los años si no reforzamos algunos aspectos se nos terminan olvidando.

Hoy tuve que poner en práctica el adagio. Recuerdo haber puesto en detergente una ropa, incluyendo mi uniforme de la universidad, pero el día fue pasando y surgían otras prioridades así que no fui a lavar. La frescura de la noche llegó y pensé en qué hacer. Por un rato decidí que no iba a lavar, porque tenía libre la mañana del día siguiente. Pero hubo un ímpetu diferente en mi compromiso y decidí ir a lavar a pesar de que el agua de la pila había quedado sucia y de que no había suficiente presión como para llenarla. Tuve que llenar una cubeta y estar lavando a poco. De repente empezó a llover y aunque estaba lloviendo y me mojaba un tanto, continué. 

De repente se vea como una anécdota trivial, pero me gusta celebrar los pequeños logros, debido que cuando se suman, constituyen algo grande, y sin ellos no sería posible. Así que ahora puedo iniciar mi mañana sin ningún pendiente, y simultáneamente es una tarea menos en la lista. 

Sigan su show, 

La creatividad se forja en las peores situaciones, 

Es importante saber que esa habilidad creadora

Nos hace fabulosos.

Con amor, 

Amparo Cribas.