Los consejos son una bella advertencia y motivación para crecer como personas. Una vez que aprendemos a valorarlos, nos evitamos muchos sinsabores que nos hacen desperdiciar tiempo. Cuando estamos pequeños aprendemos a seguirlos a regañadientes, mas cuando ya somos adolescentes y adultos nos damos cuenta de que ha valido la pena. En este artÃculo te comparto 3 de los consejos que realmente han cambiado mi vida, y aunque no son los únicos, estos son los que últimamente más repiquetean en mi memoria.
- ¡Sea prudente! Este consejo me lo inculcó mi papá. No hay nada más desagradable que escuchar palabras que no encajan, presenciar actos que incomodan y tener que pasar vergüenzas por no ser un tanto considerado, observativo y paciente. Si usted está con una persona importante como su jefe, no va a pretender ganarse su confianza contándole un chisme, mucho menos denigrando a un compañero. Si usted ve que alguien está comiendo y se ve muy hambriento, no va a pedirle comida. Si usted ve que alguien está tatuado y a usted no le gusta la idea, no empezará a juzgar.
- Aprenda de los espejos. Cuando mi madrina, Mijelin, me relataba éste, suavizaba el consejo diciéndome: “Nykoll, la gente dice que uno tiene que probar por sà mismo, y cometer sus propios errores, pero eso es mentira, uno tiene que aprender de los de los demás”. (Mi interpretación: no sea estúpido… ) Entonces, si usted sabe que Don Tato por emborracharse asiduamente murió de cirrosis ¿qué le hace pensar que usted tiene algún poco de ADN inhumano que le hace inmune a tan obvio mal? o ¿que le hace creer que si experimenta por sà mismo fabricará algo distinto de fracaso?
- ¡Siga con la misma intensidad! Cuando mi tÃo Miguel escuchaba cuán arduamente estaba estudiando en la universidad me dijo: “seguà asÃ, pero no le bajes la intensidad”, aun cuando uno va en el mejor de sus momentos, debe darle más duro, construir hábitos sanos e innovar, jamás bajar la guardia. El adagio popular de: “crÃa fama y échate a dormir” quedó totalmente obsoleto, ya no era funcional, lo quité e implanté este nuevo.
- No vaya por lo sostenible, sino por lo imposible. Cuando le hablaba a mi amigo, Adrián de que últimamente tenÃa en tregua el blog, y que estaba pensando en algo nuevo que fuese sostenible y que no interfiriera con mi carrera, me dijo lo siguiente: “Sà , Amparo, pero recordá que todo lo sostenible termina en algo que sube o baja, tenes que ver el camino con ambición y sé que sos capaz de hacerlo.” Tenemos que arriesgarnos a ir por más, puede que no sea lo más fácil pero si lo que más nos hará feliz.
- Estese satisfecho pero no conforme. Cuando charlábamos con Nelson Guevara, el destacado fotógrafo sampedrano (en Instagram como noneguevara), acerca de su experiencia en el arte, me dijo eso mismo: “estoy satisfecho con mi trabajo, pero no conforme”. Cambió mi perspectiva, me dijo en simples palabras: uno debe sentirse orgulloso de lo que hace, pero debe buscar mejorarlo, reitero: ” innovación”. Acerca de esta amena plática, hay más que aprender lo pueden consultar en: CrÃticas y Halagos; al descubierto.
¡Espero que les hayan servido! ¡Espero que hayan recordado algunos! ¡Espero que los practiquemos! Te invito a que me cuentes cuál te gustó más y a que me compartas cuales han cambiado tu vida.
Con amor a la edificación 🚀,
Amparo Cribas.